Trastorno negativista-desafiante

Los niños que presentan este trastorno, no sólo no obedecen las normas sino que se muestran desafiantes con la figura de autoridad. Su comportamiento a menudo es hostil y no son capaces de negociar ni con los adultos ni con otros niños, por lo que tienen problemas de adaptación en el grupo de iguales. Presentan una baja tolerancia a la frustración por lo que, cuando no consiguen sus objetivos, pueden tener rabietas llegando a romper objetos.

Trastorno disocial

Estos niños van un paso más allá, y presentan sintomatología similar a la del anterior trastorno expuesto, pero con mayor intensidad y frecuencia. No sólo incumplen las normas sino que llegan a transgredir los derechos básicos de los demás, llevando a cabo acciones como pueden ser agredir o robar.

Problemas de conducta

No todos los niños que se portan mal o no cumplen normas entran dentro de los criterios diagnósticos de los trastornos de conducta anteriormente explicados. Así, nos encontramos con  algunos niños que son más desobedientes, tienen rabietas o problemas con los deberes pero no llegan a tener los trastornos anteriormente citados.