La evaluación neuropsicológica es un método de diagnóstico funcional en el que se explora el funcionamiento cognitivo del paciente, es decir, se examina el rendimiento en determinadas pruebas que estudian detenidamente la atención, la memoria, las habilidades de planificación, organización y dirección de la conducta, el lenguaje, o las habilidades visoespaciales y praxias. Por lo tanto, con este tipo de evaluaciones lo que buscamos es explorar a fondo las capacidades de una persona.
El objetivo es poder conocer el estado cognitivo de una persona y saber cuáles son las áreas que pueden estar afectadas y cuáles no, a través de pruebas estandarizadas y baremadas específicas.
Conocer qué áreas están afectadas es tan importante como examinar aquellas que están preservadas, siempre con el propósito de poder realizar un programa de rehabilitación o de prevención del deterioro cognitivo adecuado y específico para cada persona.
¿Cuándo realizar una evaluación neuropsicológica?
Cuando observamos cambios en personas cercanas que nos llaman la atención o para los que no encontramos una justificación, después de un largo periodo de enfermedad o tras un accidente. También en ocasiones una persona es consciente de que su rendimiento o funcionamiento no es el mismo que antes, tiene muchos despistes y olvida con frecuencia incluso nombres de familiares cercanos, este hecho suele ir acompañado de sensaciones de ansiedad o depresión. Estos estados provocan en ocasiones inhibición de conductas y retraimiento o por el contrario exaltación y desinhibición, en cualquier caso, son hechos que suelen preocupar a las familias y en los que habría que profundizar para poder buscar un método adecuado de trabajo que ayude al mantenimiento de las funciones preservadas, mejore el de aquellas que están afectadas y ralentice el deterioro cognitivo, con el propósito último de que mejore el bienestar psicológico y calidad de vida de la persona y su familia.